Mía
Mi refri, ¿muy lleno no?
Pues así está a diario, no sé porque siempre está así,
a veces no sé si sólo es la ilusión óptica de que hay comida,
mi mamá siempre cuida que no nos acabemos todo,
porque dice uno engordamos y dos podemos tener
el colesterol, triglicéridos y demás cosas altas.
Entonces a veces me confundo si en verdad nos comemos todo eso,
o solamente aparentemente está tan lleno, porque comemos poco,
la verdad es que aún es confuso,
mi papá tanto que le gusta la comida y mi madre que lo limita en todo.
En cuanto a mí, he notado que últimamente no como en casa,
digo que comere con mis amigos y llego a cenar lo que encuentre,
porque no comi, pero a veces termina en atracón,
eso me hace sentir mal, pero después al otro día no como nada.
A veces me pregunto porqué soy así,
porqué mi hermana es ana,
y veo con tristeza que mi mamá pareciera ser la misma,
encarnación de ana, mía y alissa juntas.
¿porqué lo digo?
porque ella no come de repente,
hay semanas que solo come arroz integral,
para que no le duela su estómago dice.
Hay días que come mucho,
hay días que come solo pan,
hay días que no come nada,
y hay días que se obsesiona por comprar todo tipo de fajas.
Recuerdo que este último mes,
me compró una faja sin consultármelo,
me enfurecí tanto que le dije que no la quería,
y ella se la puso.
No soy de ese tipo de persona que usa faja,
cuando era más joven, osea una niña,
mi madre me ponía todo tipo de fajas,
corpiños que no permitiera que la grasa fuera exuberante,
por eso hoy odio las fajas, son incómodas.
De igual manera odio que me controle la comida,
la calidad de la comida, etc.,
es en lo que menos quiero poner atención,
porque desde los 8 años siempre han sido dietas,
tal vez por eso ahora me cuesta trabajo seguirlas.
Ahora que recuerdo, la nutrióloga dijo
que pareciera que yo hago mis propias dietas,
y no la de ella y creo que tiene razón,
debería permitirme seguir la de ella.
Es difícil querer ser diferente,
cuando todos los días tu mamá,
te recuerda lo inmensa, gorda, obesa
que estás y que tú quieras hacer tu dieta
y diga no podrás.
Es una lucha constante con Mía,
con mi mamá, conmigo misma,
con la comida, con las creencias,
con lo que siento y con todo lo que
implica mi amado hábito alimenticio.
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