Triste
Uno podría pensar qué el dolor es grande cuando te divorcias o separas de tu pareja pero para mí el dolor más grande ha sido separarme o divorciarme de mi mejor amigo. Cuando rompes con tu pareja el enojo es suficiente para mí, para levantarme por coraje, por demostrarle a el y a mi misma que puedo seguir mi vida, llamenle orgullo si quieren. Pero cuando se trató de mi mejor amigo de la adolescencia, ahí me rompí, no encuentro fuerza más que en mi novio y en mi perrhijo. No hay orgullo, no hay enojo suficiente, a pesar de que pasamos por muchos enredos por su culpa, me da dolor, me lleva a llorar a derrumbarme y a querer no volver a tener amigos. Yo confiaba ciegamente en el, pensé que todas las cosas feas que me contaron de el no eran ciertas pero solo me negué a ver la realidad y hoy se hace pesada esa realidad. Y lo extraño y lo quiero en mi vida pero al mismo tiempo no lo quiero, porque me lastima... Le di tantas oportunidades, mi mago siempre me decía dale una oportunidad porque e