Caramelo Mágico

Papá, mamá, hermanos dicen que estoy mal, y ahora se ha sumado a la lista mi mejor amigo, ¿realmente hay algo en mí mal? Bueno tal vez es el hecho de no comer y vomitar. ¿Que puedo hacer si no puedo parar? ¿Qué hacer si no quiero parar? ¿Porqué quieren quitarme lo único que si es mío? Todo lo demás ellos lo controlan... Tampoco es que ellos me digan lo que debo hacer, es solo que yo no sé cómo decirles que no me gusta hacer lo que a ellos les gusta que haga... ¿Soy rebelde y necia como me dicen ellos? Tal vez sí, probablemente mucho, pero a veces también puedo estar no queriendo ver, lo que mía me ha dejado, me ha aturdido. A tal punto que me he vuelto distraída, todo el tiempo siento desmayar, necesito salir corriendo de un lugar encerrado, o podría caer. Dolores mortales de cabeza, Deshaciéndome por dentro, al oír el crujir de mi estómago por hambre, al sentir las punzadas de muerte en mi garganta y en el pecho... Y a pesar de todo eso, seguiría h

Sentada observando desde las profundidades de la oscuridad, solo logro ver la inmensa marea que agita el mar, como un barco perdido en medio de la inmensidad, voy encontrando el camino que puedo seguir. Me da miedo incursionar en la próxima aventura que veo, me dan ganas de intentarlo una vez más, porque valdrá la pena el ganar la guerra, que sentirme derrotada sin haberla empezado. Mirando las heridas de guerra, secando cada lágrima de dolor, suspirando por estar en calma, ahogándome en mi soledad. Decido luchar día a día en cada rincón, pretendiendo no llorar, siendo fuerte hasta el cansancio, ignorando que lo que quiero es morir.

Irremediablemente estoy suspendida en el sube y baja, del parque de la vida, trato de que pueda mantener el equilibrio y el ritmo, pero poco a poco me va venciendo el cansancio, me voy limitando a disfrutar de ese ser flotante en el que me estoy convirtiendo. Todo el tiempo estoy pidiendo refugio en otro lado, me cansé de no poder forjarme uno, entiendo que debo dar el paso a guerrera, pero ¿cómo lo lograré? No sé cómo decirle  a quien  visitó dos veces por semana, que mejor ya no quiero seguir, pero a la vez, mejor quisiera decirle que todo se está complicando más, que no quiero estar aquí ya. Cada vez que doy un paso a dejar a mía, cada vez que doy un paso a mis ideas y convicciones, me gano una terrible discusión con quien me rodea actualmente, si doy un paso a mi mejoría estoy ofreciendole a la muerte a mi papá. Ese discurso que desata la culpa en mí, me quema, de por sí tiendo a sentirme siempre así por la comida, por todo lo que hago que me sale mal,