Caramelo Mágico

Hoy 30 de noviembre de 2012, Una muy buena amiga mía, empezó a difundir antes de esta fecha, lo que es la Lucha contra trastornos de conducta Alimentaria, o lo que es lo mismo Ana y Mía. O en otro tenor también está Conchis, diría Andrea Weizner que es el nombre que le da a los comedores compulsivos en su libro. También tenemos a Alissa o que es lo mismo la Ortorexia. U otros TCA no diagnosticados o con muchas combinaciones usando un lenguaje más de la jerga psicológica. Yo apoyo el difundir y concientizar, sobre lo que es realmente tener un trastorno de conducta Alimentaria Y aplaudo estos movimientos, que siguen muchas chicas, con la esperanza de un día salir de ellos. Y no solo con eso, sino haciendo cosas que las motiven, para lograr su objetivo que es yo creo que de primera instancia: 1) Aceptar a Ana y Mía 2) Ver las consecuencias físicas. 3) Pedir ayuda. Yo no lo veo como una lucha encarnizada contra Ana y Mía; o contra otro trastorno d

Poco a poco me desintegro por dentro, no se como impedir tan inmenso dolor, acostada sin fuerza alguna, dormitando a cada rato. Repitièndome ¿què hago aquì? Con hastío de todo lo que hago, Quejándome con el que visito 2 veces por semana, y él dice que me ve bien. Me pregunto varias veces al día si lo estoy, y caigo en cuenta que no, solo quiero llorar y no puedo, y cuando puedo me desbordo. No sé como decir que me siento terriblemente mal fisicamente, animicamente y que todo se está convirtiendo otra vez en lo que no me gusta. No estoy alimentando mi cuerpo, no estoy vomitando, Pero estoy comiendo mucho, Entonces mi estómago me duele. Me doy permiso de ayunar, de semi-ayunar, y luego vuelvo a comer, no es vida lo que llevo. No me gusta, lo odio con todo mi ser, como me aborresco a mi, por sentirme tan inepta. En palabras de quien me trajo al mundo: Debería hacer algo de mi vida, pero no sé ya qué más hacer, No veo avance o progreso. Pero de

Hoy me pidieron recordar algo feliz de mis 14, y a la mejor a muchos les suena absurdo, pero solo encontré uno, un viaje que hice con mi hermana. Me sentí mal cuando una persona, se río y dijo vaya que curioso que te tardaste tanto, a mi luego luego me llegaron. No sé si eso me tenía que hacer sentir mal, o simplemente fue envidia, porque yo no tengo más que uno. Ahora que si me pongo a pensar en que si tengo más recuerdos felices, siguen siendo uno o dos por cada etapa, lo cual me sigue entristeciendo. Lo cual complementó mis ganas de morir, no tengo más de un recuerdo feliz, ¿saben que se me vino a la mente, cuando me preguntaron de mis 14? Que mi mamá me pegaba, me gritaba, me maltrataba, me humillaba, que mi papá se hacía a un lado y nunca tuve el valor de decirle lo que pasaba. Y pensé a no ese no es un recuerdo feliz, y seguía trabajando mi mente y pensé: "Así a los 14 tuve que renunciar a mis amigas porque mi mamá todo el tiempo me cast

Volví a llorar todo el día, tal vez por eso me desahogué. Estuve pidiendo cada noche de la semana a Dios, que esuche mis rezos y me lleve al cielo con él. Sigo llorando al pensar en que no puedo saber si duele morir. Tengo un absurdo miedo de que lo intente y falle. No sé si Dios exista y me haga caso, o simplemente espero que la vida entienda que ya me tiene fastidiada. Sigo acercándome cada vez más, a ese instinto que clama por mí, es real, es fuerte pero se calla cuando lo van a descubrir. No soporto estar comiendo, no me gusta que me obliguen a hacerlo, siento tanto odio y desprecio por quien me obliga, y también hacia mí por tragar cada bocado. Prefiero morirme que estar comiendo, prefiero morirme que seguir enferma, prefiero morirme que seguir con dolores, prefiero morirme que seguir haciendo lo que no me gusta. Prefiero morirme que seguir cortándome, prefiero morirme que seguir vomitando, prefiero morirme que seguir ayunando, prefiero morirm

Escribiendo oscuros sentimientos y sensaciones, queriendo escapar sin dejar rastro, contándole a quien me escucha dos veces por semana, que aún me quiero dar por vencida. Sólo logro decir lo que ya todo mundo sabe, que hoy estoy más feliz que ayer, que hoy estoy más activa que antier, pero la verdad es que me siento más vacía. Solo quiero caminar hacia la luz, Solo quiero bajar y quedarme en el nigredo proceso, no quiero seguir adelante, no quiero tomar más medicina. No quiero que me obliguen a hacer cosas que no quiero, Tampoco quiero seguir viviendo en mi casa, Nisiquiera quiero comer ya, solo quiero llorar. Estoy enojada, sentida, triste, frustrada, amargada, caída, humillada, hastiada, asqueada, mareada, terca, obligada, arrastrada y revolcada. Sigo solucionando cosas, cerrando círculos, para despedirme en paz de todos, y por fin irme a descansar...

No sé porqué la persona a la cual visitó 2 veces por semana, es tan insistente en que puedo obtener una linda vida, desde el momento en que decidí regresar a casa se acabó eso, solo que estoy re-aprendiendo a no llorar. Me invade un calor abrasador que desintegra poco a poco, lo que quedaba de cordura en mi ser, Melancolía por recuerdos que perturban, me hacen desconectar de lo que siento. Sueños donde emergen animales de grandes proporciones, miedos que se alimentan de mí, dolores que me llevan a desfallecer, un único camino que me hace sentir mejor. Ardor que va matandome lentamente, me gustaría sentir la inanición, me estoy dejando entrar en deshidratación, Todos dicen que estaré mejor, porque ellos no están enfermos. Porque nadie ha visto que mi alma se pudrió, Porque no han caido en cuenta que mi vacío, no se llena con una religión, ni se llena con fe, ni se llena con esperanza. Todos me dan recomendaciones, todos me dicen ánimo, la vida sigue, to

Camino lentamente con la esperanza de encontrar en él lo que tenía contigo, Quiero buscar aún a alguien que me procure como lo hacías tú, Necesito sentirme protegida cuando me lastiman, Necesito de tus cuidados y tus regaños. No sé cuidarme sola, no sé como marcar límites, siempre me enojo porque todos me dicen que hacer, pero si no lo hicieran realmente no sabría qué hacer. Se me está dificultando tanto el camino para salir, que quiero ponerme a llorar y regresar a mi estilo habitual, es tan fácil, logré dejar de comer otra vez un día sin ansiedad, y podría seguir por dos más y así sucesivamente, solo que me costó tanto acostumbrarme a comer, que no quiero tirar tanto esfuerzo por la borda. Sé que pronto caeré, por que lo deseo tanto como deseo salir, con el corazón, con el alma, con la piel, con los huesos que nunca se podrán ver. Te necesito, te suplico que no me dejes sola, se que te pedí que te fueras, pero no quiero que estés lejos de mi. Ya entendí q