Prisionera
No había caído en cuenta que también lo que hoy me lastima,
es mi mamá, cómo siempre, como toda la vida,
yo confío en ella, al notarla diferente y de ella solo recibo
desprecios, sueños rotos y me siento triste.
Trato de no derrumbarme al oír su discurso:
"Ni te esfuerzas en buscar una maestría, porque así como eres,
no lo lograrás, para eso se necesita constancia..."
"Yo te apoyaré pero tienes que dejar de ir a donde te gusta,
porque es una pérdida de tiempo..."
"Yo sólo trato de mantenerte los pies en la tierra, porque
tú sueñas mucho, imagínate que me pusiera a soñar contigo..."
"Ubícate en la realidad, tú jamás podrás ir a estudiar a esas universidades,
tan caras y menos si es en estados unidos, pues no eres buena para el inglés,
baja de tu nubecita..."
"Nunca conseguirás ser una persona con un buen trabajo,
si sigues así de inamdura..."
"¿Porqué lloras por todo? no entiendo como han pasado tantos años de terapia,
y tú sigues siendo la misma niña que llora por todo..."
"¿Qué acaso no te quieres? ¿Porqué no puedes dejar de comer tanto?
¿No te has visto? pareces oruga ya..."
"Hay que hacer un esfuerzo para bajar esa panza que tienes..."
"¿Te has puesto a pensar qué es lo que tienes de malo, que nadie te quiere
contratar?"
Y así me podría seguir sin acabar con todo lo que ella me dice,
pero ahora que lo pienso creo que tiene razón,
yo, no debo hacerme ese tipo de sueños, porque no los cumpliré,
es como ella dice una soñadora irremediable.
Quiero morirme, quiero dejar de comer, porque en todo lo que dice,
tiene la razón, un ser tan inconstante, tan irreal, tan defectuosa,
que se odia, no podrá hacer nada de lo que se proponga,
soy una envidiosa, lo reconozco, soy una celosa de todos
los que tienen lo que yo no puedo tener, porque no lo merezco.
Y por eso he decidido renunciar a todo,
porque no sirve de nada, cuando vives con una persona,
que te hunde, porque aunque yo quiera salir de aquí,
no podré hacerlo, sin salir herida.
Comentarios