Solitaria

Pensaba de camino a casa,
todo lo que el mago me había dicho,
no podía expresar bien lo que sentía;
sin embargo, logré decir cosas,
que me ayudaron a no engañarme.

Recuerdo que al tiempo que avanzaba la conversación,
sentía como mis lágrimas caían una a una,
sentía una gran demolición de barreras que me hacían no sentir,
quería no saber nada de lo que me hablaba.

Aunque no pude contenerme más y
tuve que hablar con la verdad,
fingiendo ser dura, pero ya no pude más,
comencé a hablar sobre lo que me dolía.

Y como es su costumbre no me dejó huír,
tuve que enfrentar la realidad,
tuve que escuchar lo que pasaba,
porque si no lo hacía no hubiese podido cambiar.

Hoy estoy enfrentando a la persona que soy,
pues no puedo remediar nada al fijarme en todo
lo que me falta y lo que no soy,
pero la persona la cual visito dos veces a la semana,
ha dicho que, si puedo ver en dónde estoy y quién soy hoy.

Y pienso ¿Quién soy yo hoy?
Soy una adulta joven,
con un TCA, con Leucemia,
que trabajo y me está gustando mucho,
pero también sé que tendré que enfrentar
las situaciones actuales, sin dar marcha atrás.

¿Dónde estoy hoy?
En un hogar el cual no me gusta y no elegí,
pero a pesar de ello, he tenido que aprender a sobrevivir,
en un trabajo que me maravilla día con día, y a pesar de ello,
no pensé jamás estar ahí...

Estoy en un trabajo que me revitaliza porque el estar
día con día ante situaciones cambiantes, me agrada,
pues aunque se oiga contradictorio,
si no fuera por esa constante intensa e incierta,
sentiría que no estoy donde pertenezco,
así que hoy estoy donde siento que me necesitan
y donde me siento a gusto.

Es una paradoja que la rutina que me mata,
sea lo que le da calma al proporcionarme día con día,
problemas o situaciones nuevas, que a cada rato,
se presentan más complejas.

Hoy estoy en donde es inevitable que esté,
por mi situación de vida,
por que así he ido tomando las decisiones,
por que he pensado que es lo mejor a veces,
o simplemente por quererme rendir antes de tiempo...

Por la situación que sea hoy estoy aquí,
insegura, intranquila pero con la firme convicción,
de que nunca se está donde se quiere,
hasta que en verdad luchas por estar en donde quieres.

Y simplemente me senté en aquel rincón olvidado de un parque,
sintiendo rodar las lágriams, al ver que no estaba donde pensaba estar,
porque sabía que quería estar donde estoy actualmente, pero nunca pensé en no estar
en donde me visualizaba... Y eso como duele.

No sé a donde ir...
¿Será que mañana sabré a donde acudir?