Costumbres

Te dejé un inbox sólo para saludarte,
ya que hay una persona muy especial,
que me recuerda a tí,
tanto que decidí no acercarme a ella,
como yo quisiera hacerlo.

Él es una persona agradable,
exigente, responsable y cautelosa,
su único defecto es que dice
todo el tiempo qué hacer y cómo hacerlo.

Él y yo decíamos que para amar a una persona,
hay que amar sus defectos,
yo reconozco sus defectos,
y hasta cierto punto los amo,
puesto que es mi opuesto.

Solamente que ya me cansé de seguir,
buscando las personas con las mismas
manías que mi madre,
es hora de ir previniendo las terribles
historias que se pueden desencadenar.

Así como nos pasó a tí y a mi J,
¿recuerdas?
yo aún todavía recuerdo,
aún me estremezco por sentirte cerca,
y aún me da escalofrío al mirar el pasado,
ya que me recuerda que no quiero
volver a vivir algo parecido.

Eso quiere decir que aunque te he superado,
sé por fin lo que quiero,
y no quiero repetir historias ya vividas,
quiero nuevas y sinceras historias.

Quiero alguien diferente de tí, de A,
de mi mamá, de mi papá, de mis hermanos,
quiero una historia diferente a la de I,
quiero escribir mi propia historia y de quien
elija amarme con mis errores, defectos,
virtudes, con mis indecisiones y mis
episodios maniaco-depresivos.

Quiero alguien que sea fuerte para
poder acompañarme en mis viajes
inevitables con ana y mía,
quiero una persona que quiera el reto,
de vivir conmigo.

No quiero que sea rutina, sólo quiero
alguien que me acompañe en mis
alti-bajos... y no en la costumbre.