Reflexionando
ha dolido cada parte de mi ser,
he llorado tanto que casi consigo ahogarme,
me he desahogado tanto que ya me quedé sin emitir más palabras.
También logré sentir todo lo que me enojaba,
me entristecía, me hartaba, me cansaba en realidad,
Decidí apartarme de las personas que me lastiman,
pero eso también hace que me sienta sola.
Puedo decir que ya aprendí a estar sola,
pero creí que acabaría tres metros bajo tierra,
aún todavía pienso muy a menudo en morir,
que es más fácil dejar de luchar que estar en la vida.
Pero superé otra vez, estas ganas de aniquilarme a mí misma,
Seguí con fe adelante,
espere como siempre que quien me escucha dos veces a la semana,
me brindara juicio de realidad.
La verdad es que empiezo a sentirme mejor,
pero eso no quiere decir que abandone la idea de morir,
no sé porqué estoy tan obsesionada con la muerte,
solo sé que desde que tenía seis años, en eso es en lo que pensaba
desde entonces.
Es raro, pero a los seis años me vienen montones de recuerdos,
de porqué me quería morir,
uno de ellos es porque no quería seguir viendo como
se peleaban incansablemente mi hermano y mi mamá.
Otro era más racional:
Me quería morir, porque en metafísica,
se le pierde miedo a la muerte,
te dicen que si mueres no sufres y no existe el infierno.
Mi lógica de niña era si no sufres,
yo quiero morirme para no seguir sufriendo,
si ya estás mejor muerto, yo quería esa vida sin sufrimiento,
porque aquí era mucho.
La tercer razón, era que mi mamá siempre habló de morirse,
y siempre le contestaba, prefiero morirme yo primero,
porque yo que hago sin tí, era una niña cuando me advertía esto,
y hoy que lo recuerdo, sigue diciendo lo mismo; aunque
mis motivos han cambiado, o cambiaron en un determinado momento,
llegue a desear morirme para que ella me dejara en paz.
En resumen, la muerte es un tema,
que aparentemente no le asusta a mi mamá,
pero que he tenido que afrontar para que mi mamá no se derrumbe,
cuando se murieron mis abuelos, ella cayó en cama,
y yo fui cuidada y criada por mis hermanos.
Ella nunca se preocupó de velar por mí,
hasta que un día le preocupó lo que la gente pensaría de ella,
y me regañó, gritó y sacudió, para que no le dijera mamá a mi hermana,
quizo recuperar a los 12 años, todo el tiempo que perdió conmigo.
Definitivamente jamás regresó ese tiempo,
para mi era, es y sigue siendo una desconocida,
nunca le importé, solo a mi papá y hermanos,
que me criaron con cariño.
Dejó pasar 12 años para interesarse por mí,
pero ni así pudo agarrarme cariño,
a esa edad determinó que yo era una mala hija,
ahí empezaría toda la historia de golpes que hasta hoy
con trabajos he podido delimitar.
Luego terminé la carrera en psicología,
y para ella fue el peor error que cometí,
claro, dejé de permitir que me pegara,
dejé de que ella decidiera por mí.
Así es como he llegado a la conclusión,
de que ese deseo de morir, no es mío,
es aprendido, pero que también
sé que me dejé seducir por la bella,
idea que mi mamá maneja sobre
la muerte: Que cuando uno se muere,
deja de sufrir, todo es tranquilo y que es lo mejor
que te puede pasar.
Ya me lo dijo mi mago,
no puedo confiarme de ella, porque no
ve la realidad claramente, pero
es tan seductora esa idea de morir
y estás en paz, cosa que no pasa si estoy viva.
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