Recaída
en el ambiente se oye el eco de denuncias
de este estilo de vida,
a la par que el aplauso y condena a la delgadez.
Escucho dos veces al día a cada semana el típico:
"Que bien te ves" "Que guapa estas hoy"
y con ello ¿Has bajado de peso verdad?
Te ves mejor así.
Clarooo!!! cómo no me voy a ver mejor así
con 8 kilos menos ya!!!
Estaba muy gorda!!!!
Después de todo mi trabajo ha costado.
Llevar la dieta que la nutrióloga recomendó
ha sido un gran sacrificio,
quito porciones demás según yo,
pero eso me debilita.
Vuelvo a la comida normal pero acabo
perdiendo el control,
Me restringo para seguir en mi camino
a la perfección y me vuelvo a perder.
Entonces vuelvo a contar los días,
uno, dos, tres, cuatro, cinco,
hasta que llego a los treinta días sin ansiedad
y de repente al día treinta y uno vuelvo al vicio.
Restringir, ayunar, vomitar, tararear,
leer, caminar paradas de más,
tomar mucha agua ya,
tratar de ver que todo lo que hago
se reduce a quemar calorías.
Piensan que lo que hago se oye mal,
no solo se oye, se siente y se vive fatal,
pero la presión es demasiada.
Amigos diciendo:
"Si bajaras de peso serías bonita"
"Estas muy gorda, haz ejercicio"
"A ya bajaste mucho pero aún te falta más"
Y mi mente enferma diciendo
siempre se puede más...
¿Saben que es ridículo?
que la sociedad se queja de la realeza,
pero no se fijan como presionan.
Mientras oigo halagos por verme un poco más delgada,
mi ser se siente satisfecho,
se siente con esperanza para llegar a su absurda meta:
44 kg para mis 1.58 m de estatura...
¿estoy desvariando hoy?
No... simplemente les confieso lo que hoy pasa x mi mente,
por lo que muchos de mis conocidos y familiares me hacen
burla, presión y exigen ver resultados.
pero ¿ellos se atreverían admitirlo?
Solo les estoy tratando de cumplir su capricho,
que ya es mio también.
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