Mami

Toda la vida tuve muchas dudas sobre todo,
nunca supe porque eras tan dura conmigo, pero,
yo sabía que en el fondo de tu corazón había un
lugar cálido para mí.

Lloré mucho tiempo porque pensé que no me querías,
pero no me di cuenta que yo no podía entender tu
manera de amarme.

Y que tú tampoco entendías mi manera de ser, porque
era mi forma de defenderme cuando yo me sentía atacada.

Comprendo que las dos nos herimos mucho, pero,
yo siempre busqué la manera de ser feliz y de que las dos
nos lleváramos mejor.

Por eso me fui a vivir sola.

Creo que ahora que vivimos cada quien en nuestro espacio,
te puedo comprender más y querernos sin lastimarnos.

Ha sido un gran esfuerzo, el trabajar con mi enojo,
para no dañarte, porque así como eres, con todas tus
actitudes buenas y malas te acepto y te amo.

Gracias por ser mi mamá, me enseñaste que soy muy fuerte,
cuando pensé lo contrario.

Te quiere tu hija.

L.