Ni lunes, ni jueves...


Estaba pensando mucho en las diversas teorías de suicidio,
y pensaba en mi propia motivación del suicidio,
los filósofos y psicólogos dicen que puede ser por impulsividad,
por depresión, por querer llamar la atención de alguien,
o bien porque es necesario....

El psicólogo James Hillman lo explica en el suicidio y el alma (1964),
al concebir el impulso de muerte no como un movimiento contrario,
sino como una demanda de encuentro con una realidad absoluta,
una exigencia de una vida más plena a través de la experiencia de la muerte.

No he podido leer por completo ese artículo,
el cual debo leerlo detalladamente,
seguramente sigo buscando mil y una razones para convencerme
de porque vivir y de porque morir, aún.

Ahora me encuentro leyendo muchas cosas sobre el suicidio,
me gusta, estoy obsesionada con ello desde que tenía 6 años,
no lo puedo evitar, supongo que es porque mi madre también
siempre estuvo obsesionada con esa idea, no lo entiendo bien.

En metafísica se dice que uno muere y todo es mejor,
desde entonces soñaba con morir, además de que siempre
toda mi vida viví con la angustia de que mi padre pudiese morir,
desde que tengo 5 años le dijeron que tenía graves problemas del corazón.

Entonces se cuido, hizo ejercicio, dieta especial y mil medicinas,
y sobre todo algo fundamental, tenía ganas de vivir por mí,
así que hasta el día de hoy siempre he vivido con ese temor,
de que un día mi papá se muera por que su corazón a veces
todavía da sustos.

En fin, da igual, siempre me preocupé,
sí a eso le sumamos que mi mamá siempre me dijo
que se quería morir, no recuerdo cuando empezó a decírmelo,
pero si recuerdo que una conversación que tuvimos al respecto
fue cuando tenía 12 años, solo dijo estar cansada de vivir y que
ojala muriera ella pronto.

Mi hermana también habla sobre morir,
entonces no es raro que yo también quiera morir,
mi hermano hasta últimamente habla de morir,
y yo digo mi familia está tan enferma del alma,
que a la mejor necesitamos solo estar tranquilos sin angustias.

He pensado que mis ganas de morir no son mías,
sino que son todas las ganas de morir de mi familia,
y bueno también mi parte enferma piensa,
igual yo soy la que debería morir para curar a mi familia.

Mi familia sin mí, es más feliz,
se unen más, salen más a pasear,
se divierten más,
incluso hasta mi mamá se vuelve dulce sin mi.

Yo le amargo la vida a quien me rodea de mi familia,
y no lo digo porque sea narcisista sino que lo noto,
si yo no viviera mi papa y mi hermana no tendrían que
estar sufriendo aquí.

Pensaba que al escribir todo esto,
puedo ir desenrollando todos mis rollos con la muerte,
y así bajaría más,
pensaba en que el día de mi muerte tendría que ser
en martes o sábado.

Ni lunes ni jueves, porque son los dos días que
veo a dos personas muy importantes para mí,
el mago y mi hermana,
en fin ya no estoy tan triste, solo sigo desenredando
mi sentimiento sobre el morir, el suicidio y la muerte.

También pensaba que desde los 12 años empecé
con mis ideas suicidas,
nunca pude concretarlas,
porque o me cachaban,
o me quitaban las cosas con que me pudiera hacer daño,
yo realmente quize tomarme pino para envenenarme,
solo logre pasar como tres tragos y pequeños y
mis amigas lo detuvieron fue un frasco pequeño,
en ese momento era obvio que no quería hacerlo bien,
después pensé en cortarme las venas, pero siempre tuve miedo,
después le rezaba a Dios que me muriera pronto o que
me sacara de mi casa, pero no sucedió ninguna de esas dos cosas,
fui patética lo admito pero así me pasó.

Luego empecé a cortarme, pero sin ese son dramático de morir,
todo el tiempo hablaba de mis amigos de morirme, etc.,
siempre me detuvieron al cruzar las calles en la prepa,
en la universidad aún un poco, después un día charlando
con mi mejor amigo jugamos al psicoanalista,
el quería disuadirme de toda idea suicida y no lo logró,
pero me sentí mejor después de contarle todo lo que sentía
a él, luego se hizo normal mi estado de ánimo, pero era medio feliz,
podía disfrutar mi vida universitaria o medio disfrutar,
hasta que crecí...

Adulta aún quería morir, conforme fue pasando el tiempo,
esa idea desapareció, no recuerdo que hice para desaparecerla,
hoy viene con bastante fuerza, la reviví, todo por la culpa de mi mago,
hizo revivir recuerdos, emociones y pensamientos que había enterrado
profundamente y por eso estaba enojada con él,
porque me revivió y yo no quería sentir ya.

Ya no hay paso atrás y ahora busco frenéticamente,
entender mis obsesiones con pensamientos suicidas,
con obsesiones de muerte,
con mi idea de que la vida no tiene nada preparado para mí.

Y por eso estoy aquí escribiendo en lugar de estar trabajando porque
necesito terminar de hacer mi trabajo, pero
no podía concentrarme por estar pensando en la muerte,
así que estoy decidiendo seguir viviendo, pero quiero encontrarle
sentido a todo esto que me pasa con la muerte.



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