Perdiendo la razón...

Este fin estuvo bastante rudo,
casi pierdo la consciencia,
es decir, estuve a un paso de la locura,
pero volví en mí y ahora eso me hace feliz.

No te das cuenta de cuánto vale la vida,
hasta que pasan experiencias fuertes,
y hoy puedo valorar un poco más mi vida,
el no estar del todo presente en lo que más,
te gusta o agrada no es divertido.

Tampoco es lindo ver como todos se divierten,
y mientras sentir que ya no puedes más,
que te da pena que te vean lo gorda que estás,
y que aparte sientas que ya perdiste la razón.

Es un miedo que no se lo deseo a nadie.
El mago dijo: Qué bueno que caminaste
por la banqueta.

Yo no entendía la magnitud de lo que me pasaba,
hasta hoy entendí lo fuerte que fue lo que pasó,
Durante media hora no ubicar donde estás parada,
caminar una hora más para poder tomar el camión
de regreso a casa, eso fue estar por una hora y media
perdida, pues no sabía qué sentir, sólo sabía
que tenía que regresar a casa, pero no sabía muy bien como.

Hoy que la persona que visito cada dos días a la semana,
me ubicó de nuevo,
me siento mejor,
estoy cada día valorando más el trabajo que hacemos juntos.

Aprendí que si quiero vivir un poquito más.